Fue el gato

Cuento infantil acerca de la amistad entre un gato, un bebé y un perro.

Sinopsis

Un bebé se queda solo por un rato con el gato y el perro, mientras la mamá toma un baño. Bastaron solo unos minutos para que se generara un gran problema.

Autor

Luis Eduardo Vivero Peña. *Solo texto.

N° de páginas

1 y 1/2

El bebé intentó escalar el corral en repetidas ocasiones, hasta que finalmente consiguió liberarse de los barrotes. No le pasó nada debido a que cayó sobre el gato. Al gato no le pasó mucho porque estaba echado sobre el perro, por lo cual amortiguó el golpe bastante bien. Al perro sí le dolió porque el gato le hundió las uñas debido al susto.

Tan pronto como el perro se paró de la impresión, el bebé salió rodando por el pasillo. Esta vez tampoco le pasó nada debido a que había una alfombra persa. Pero al rodar se le salió el pañal, el cual lamentablemente ensució la alfombra oriental.

Cuando llegó a la cocina, intentó alcanzar el biberón que estaba sobre la mesa, pero no alcanzaba. Entonces el gato se subió de un salto y lo arrojó al suelo de un manotazo. Afortunadamente no le cayó en la cabeza al bebé, pero sí sobre una pata del perro, quien dio un ladrido. Luego, el bebé agarró el biberón, y subiéndose sobre el perro lo metió en el microondas. Le dio golpecitos al azar al teclado del microondas, de forma infructuosa, por lo cual el gato lo ayudó, presionando el botón más grande con una de sus patas.

Lastimosamente, el biberón se calentó más de la cuenta y el microondas explotó, causando un gran estruendo. Por fortuna el perro no salió herido esta vez, porque junto al gato y al bebé estaban bebiendo agua del excusado del baño de visitas.

Luego de un par de minutos de que había comenzado a salir humo, llegaron los vecinos, el conserje y los bomberos, quienes apagaron rápidamente el fuego del microondas. Entonces la mamá del bebé se dio cuenta de que estaba pasando algo extraño y salió del baño rápidamente, con solo una toalla en la cabeza. Dio un tremendo grito cuando se vio casi desnuda (salvo por la toalla en la cabeza) ante los vecinos, el conserje y los bomberos, por lo cual se devolvió al baño y se tapó con otra toalla.

Al salir de nuevo vio que su bebé estaba en perfecto estado, y mirando a todos dijo: “¡seguro que fue el gato!”. Todos la miraron como si estuviera loca, salvo el bebé, el gato y el perro.