Inmigrantes y políticas culturales

Un venezolano en Perú. Foto tomada de telesurtv.net .

Ayer estuve en una reunión organizada por el Ministerio de Cultura del Perú, como parte de las iniciativas de la Dirección del Libro y la Lectura en el proceso consultivo de la Política Nacional de la Lectura, el Libro y las Bibliotecas, la cual está en desarrollo y pronta a ser liberada.

Me parece muy valioso que el gobierno esté tomando en cuenta diversos grupos sociales para construir la política con la cual se regirá el Perú en los próximos años en cuanto al fomento de la lectura. Creo que considerar, incluir y hacer partícipe a la sociedad en la creación de directrices que le van a ser aplicadas de vuelta y van a influir en su desarrollo es inteligente y estratégico. ¿Quién más a saber de mejor forma lo que se necesita que los mismos involucrados?

En una parte de la revisión de la propuesta leí algo que mencionaba díalogo intercultural, y de inmediato se me vino a la mente la necesidad de incluir a la población inmigrante en las políticas culturales. Como es de esperar, a muchos les sonará un poco incómodo el tema, sobre todo con lo que está sucediendo en algunos países de la región, incluyendo a Chile y Perú. En el caso del Perú, es sabido que estamos experimentando una ola de inmigrantes provenientes de Venezuela, debido a la crisis social y humanitaria que está sufriendo ese país. En Chile sucede algo similar tanto con los inmigrantes provenientes de Haití, Venezuela y Colombia. Al respecto, quisiera hacer ver que los inmigrantes se deberían contar dentro de la población vulnerable y en riesgo social, por las siguientes razones:

  1. Llegan al país de destino sin trabajo y generalmente con lo puesto, con pocos ahorros debido a la capacidad limitada que existe en sus países de origen para generar dinero. Basta saber que la inflación en Venezuela superó el 6.000% y que el gobierno venezolano planea quitarle tres ceros al bolívar como medida para contrarrestarla (adivinen si acaso va a funcionar…).
  2. No tienen un plan de salud al llegar.
  3. No tienen colegio para los miembros de la familia en edad escolar. Incluso a veces los menores tienen que pasar un tiempo sin asistir a la escuela debido a que no tienen los papeles al día. Recuerdo el caso de una compañera de trabajo venezolana de una amiga mía, cuyo hijo tuvo que comenzar a tomar clases en la noche debido a la imposibilidad de insertarse en el sistema educativo estatal a raíz de la falta de documentación debida.
  4. Generalmente no tienen una red social ni familiar de apoyo, lo cual hace que su inserción social sea más difícil.

Hace tiempo atrás era necesario presentar el DNI o carnet de extranjería para entrar a la Biblioteca Nacional del Perú de Av. Abancay, en Lima. Gracias a las gestiones del Ministerio de Cultura del Perú, eso ya no es necesario. Sin embargo hay otros servicios que sí lo requieren, como por ejemplo solicitar libros en la sede de la BPN de San Borja. Existen diversos lugares y espacios culturales en los cuales hay que presentar la cédula de identidad para poder hacer uso de los recursos. La Casa de la Literatura Peruana se destaca dentro del ámbito cultural por acoger de una excelente forma a los extranjeros e integrarlos a sus actividades. Sin embargo para hacer uso de la sala de investigadores, recientemente inaugurada, es necesario presentar el DNI o carnet de extranjería, lo que reduce las posibilidades de uso de la población inmigrante durante el período que está obteniendo sus documentos.

En este caso es importante que nos preguntemos lo siguiente: ¿los inmigrantes no documentados (aún) tienen o no derecho a hacer uso de los espacios culturales? Para mí la respuesta es obvia y positiva, sin embargo esto no está claro en la actualidad.

Considero que al igual que se reconocen otros grupos socioculturales que requieren de atenciones diferenciadas, como la población indígena, las personas con habilidades diferentes o capacidades especiales, los inmigrantes también deben ser considerados dentro de la población vulnerable y riesgo social, y asegurar sus derechos dentro de las políticas culturales. De hecho se me viene a la mente la campaña Si no me nombras no existo, la cual promueve el lenguaje inclusivo, algo muy relevante en la igualdad de género. De la misma forma, considero muy relevante el incluir a los inmigrantes en las políticas culturales, porque de otra forma vamos a continuar estando relegados a un segundo o tercer lugar lugar en la sociedad.

 

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