
La niña devoró los tres libros que le regalaron en su cumpleaños: el de ratones, el de monstruos y el de Mafalda. Afortunadamente no terminó empachada, ya que los monstruos se comieron a los ratones, y luego murieron de ternura con los dichos de Mafalda. Esta última salió como celulosa sin procesar, y la niña a lo más tuvo una pequeña molestia estomacal.
Escritor de literatura infantil y de cuentos para niños grandes. Emprendedor, meditador e Ingeniero electrónico. Viajero cósmico y enamorado de la vida.