Por Luis Eduardo Vivero.
Escribo poesía porque tengo fe
en que el eco de un lector
se encuentre con mis palabras
y cuando las lea
se transforme en un colibrí
o tal vez en una mariposa azul
o tal vez en un ballena voladora
y que con sus movimientos de alas
, de aletas y de cola
nos traiga la paz que necesitamos
en todas las franjas de tierra
en todas las selvas
en todas las montañas
y en todos los desiertos.
Porque este mundo es maravilloso
y todos los seres merecen saberlo
no por un rumor, pero de primera mano.
Porque cuando experimentas un amor
grande
– como los ojos de un elefante
profundo
– como una poza en la cual nada un renacuajo
infinito
– aunque sea a ratos
te das cuenta que todo lo demás es fútil
que el desamor se generó
cuando alguien se distrajo y se perdió
y que lo único que se necesita para volver
es que se enfoque
y se encuentre con su propio corazón
que es el corazón de todos
de una libélula
de un rinoceronte que no se quiere extinguir
de una mujer que quiere ser hermosa como un orquídea
de un hombre que quiere ser bueno como el pecho de una madre
de un niño que quiere correr libremente
y de una niña que quiere cantarle a las flores
cuando la abuela las riega.
Escritor de literatura infantil y de cuentos para niños grandes. Emprendedor, meditador e Ingeniero electrónico. Viajero cósmico y enamorado de la vida.