Por Luis Eduardo Vivero. Fotografía tomada por Zurecia.
Dicen que hay ocasión para realizarse en todo aspecto que uno desee en la vida. También de que existen las segundas oportunidades, cosa de la cual puedo dar fe. Soy papá de Amira, una niña maravillosa que actualmente tiene siete años y que para mí es una fuente inagotable de felicidad. Seguramente hay muchos otros papás que se sienten igual, como también otros que podrían estar temerosos de enfrentarse a la fragilidad de una bebé y a la complejidad que pueda significar criar a una niña.
Probablemente cada papá puede tener sus propias razones, pero estas son las mías y hoy quiero compartirlas con ustedes:
1.- Uno de los lazos más fuertes que pueden existir entre dos personas se da entre una hija y su papá. Suele pasar de forma similar entre un niño y su mamá, lo cual experimenté de primera mano. Puedes tener una pareja, amigos, familia, compañeros de trabajo con los que te lleves bien, pero la relación con tu hija será mil y una veces más fluida que con cualquier otra persona.
2.- Es lejos la mejor compañera de viaje que vas a encontrar. No importa si se trata de salir a tomar helado, ir jugar a un parque, a la playa, de excursión a una montaña, ir a un espectáculo de cuentacuentos o al cine, ir a otra ciudad o país; si comparten el gusto por la aventura no habrá nadie que esté tan dispuesto a llegar al fin del mundo contigo tanto como ella.
3.- Si amas la naturaleza y las cosas sutiles de la vida – como las flores, las mariposas y el movimiento de las nubes – una niña es la persona más indicada para estar a tu lado observando maravillada la simplicidad y belleza que la naturaleza nos ofrece.
4.- Si te gusta leer literatura, es altamente probable que tu hija siga tus pasos y te acompañe en las aventuras a través de las letras desde pequeña. Por alguna razón las niñas se suelen interesar mucho más que los niños en la lectura, al menos mientras crecen. Una de las razones de esto puede ser que las chicas son más maduras emocionalmente y que buscan actividades que les provean una satisfacción mayor a más largo plazo.
5.- Van a haber momentos en los cuales vas a tener que hacerte cargo de cosas para las cuales podrías sentirte no preparado, sobre todo durante los dos primeros años, aunque también más adelante cuando tengas que peinarla, ayudarla a alistarse para ir a la escuela y todo lo que involucre ser delicado y cuidadoso. Irremediablemente vas a tener que ponerte en la buena con tu parte femenina para hacerlo bien. Tú puedes hacerlo, solo tienes que ser fuerte y valiente, al estilo de una mamá que se hace cargo. Luego de algún tiempo podrás agradecerle a tu hija todo lo que has progresado emocionalmente.
6.- Una niña puede ser delicada e incluso podrías pensar que de alguna forma es más débil que un niño que aguanta caídas más fuertes. Pero lo que es realmente fuerte es el carácter que puede desarrollar una niña decidida. Aún más, una de las fuentes de fortaleza más grande que tendrás en tu vida será esa niña pequeña que siempre va a estar dispuesta a darte un abrazo lleno de amor, el que llegará más allá de tu piel y acariciará tu alma. En ese momento aprenderás que el amor de tu hija es tan fuerte y revolucionario como una flor que se abre paso en medio del pavimento.
7.- Si alguna vez creíste que no ibas a volver a amar a nadie como amaste a tu abuelita o a tu mamá, tienes una oportunidad grandiosa para aprender a amar de forma incondicional, más allá de todo lo que podrías haber imaginado. Porque tu hija te amará así y a tu corazón no le quedará más que devolver el sentimiento. Será muy fácil amarla hasta más allá de las estrellas y del tiempo, y te sentirás constantemente en las nubes, maravillado y agradecido de la existencia.
Escritor de literatura infantil y de cuentos para niños grandes. Emprendedor, meditador e Ingeniero electrónico. Viajero cósmico y enamorado de la vida.