Por Luis Eduardo Vivero
Dicen los que cuentan cuentos que había un cuento dentro de otro cuento dentro de otro cuento que era secreto. Entonces como ese cuento era secreto, no se podía leer el cuento que estaba dentro de otro cuento, que a su vez estaba dentro de otro cuento.
Sin embargo cierto día llegó una viejita que tenía una llave muy vieja, la cual a su vez tenía otra llave dentro de ella, la que escondía una llave que abría todas las puertas secretas del universo. Entonces se metió al cuento que estaba dentro del otro cuento y llegó a estar frente al cuento secreto. En ese momento, tomó la llave vieja que tenía otra llave más vieja y que guardaba la llave más antigua de todas. La sacó, la limpió con saliva y la secó con su vestido. ¿Ya se imaginan qué hizo? Con seguridad y sin temblor en la mano, abrió por fin el cuento secreto, del cual salieron volando aves paradisíacas, mamuts rosados y elefantes voladores, entre otros animales maravillosos.
A medida en que pasaba el tiempo, la luz y el amor que habían estado encerrados en el cuento secreto se fueron expandiendo al otro cuento y al otro cuento, de tal forma que cada vez se iba incrementando.
Desde que la viejita había abierto el cuento secreto se juntó tanta luz y amor en el cuento que contenía los otros que ya estaba por estallar. Afortunadamente eso no sucedió, porque una niña que era nieta de la viejita encontró el cuento. Y luego de que estuvo cerrado por muchos años, lo abrió y leyó el primer cuento. Después leyó el segundo cuento y sin poder dejar de leer, leyó el cuento secreto. Con sus ojitos llenos de asombro, vio como salían las aves coloridas y emplumadas, los mamuts rosados, elefantes voladores y otros animales increíbles al mundo real.
Y así fue como cada uno de esos seres magníficos trajeron la luz y el amor que los seres humanos y el planeta Tierra necesitaban para sanar. Todo comenzó de nuevo y ahora vivimos en paz.
Escritor de literatura infantil y de cuentos para niños grandes. Emprendedor, meditador e Ingeniero electrónico. Viajero cósmico y enamorado de la vida.